La diferencia que marca la diferencia en ocasiones, puede ser una simple decisión. Y cuando me refiero a simple, no quiere decir sencilla de tomar. La cuestión es, qué elementos utilizamos para tomar nuestras propias decisiones, las importantes y las que no lo son tanto. Se suele invertir más o menos tiempo, aunque éste factor no suele ser el más determinante.
Desde la PNL nos enseñan que hasta ahora, hemos tomado las mejores decisiones con la información y las circunstancias en las que nos hemos encontrado. Cuando digo ésto en mis formaciones muchas veces escucho cosas del tipo: “Decidí eso porque no sabía esto o no sabía aquello” o “Con lo que sé ahora, tomaría otra decisión así que esa no era la mejor” o “tenía otra que hubiese estado mucho mejor”, etc. Estos comentarios son muy habituales porque no nos paramos a pensar, qué criterios estamos utilizando.
En cualquier caso, e independientemente de cómo lo has hecho hasta hoy, la pregunta es:
¿Y a partir de ahora, qué? Porque si no sabías cómo lo hacías, seguirás repitiendo una y otra vez la misma programación y por ello obteniendo el mismo tipo de resultados.
Lo que te propongo en esta conferencia es explorar las posibilidades que tienes disponibles y al alcance de tu mano, para que empieces a optimizar tu proceso de toma de decisiones. Porque cada vez que tomas una decisión, cambias tu futuro, y si tú no lo haces, alguien lo hará por ti.
Si quieres saber cómo tomar buenas decisiones, practicarlo y llevártelo puesto, el 17 de junio es tu día.